La Fundación Bioandina Argentina trabaja desde hace 30 años en la conservación del cóndor por ser una especie en extinción y lo hace coordinadamente y en red con las provincias para asesorarlas y asistirlas. Vanesa Astore, miembro de la entidad, se involucró en la atención del cóndor que cayó moribundo en el norte de Neuquén días pasados y en diálogo con Télam hizo hincapié en "el trabajo increíble que se hizo para salvarlo".

"En este tiempo de Covid hemos aprendido a trabajar en red más que nunca con las provincias a través de las direcciones de ambiente", explicó. Además, precisó que en el rescate y recuperación del animal intervino la Fundación Bioandina Argentina, Fundación Temaiken y Ecoparque de Buenos Aires; la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial, Fundación Cullunche y SOS Acción Salvaje de Mendoza y Áreas Naturales de la provincia de Neuquén.

Puso como ejemplo que cuando caía un cóndor, se lo trasladaba al centro de rescate en Buenos Aires, en un vuelo de Aerolíneas Argentinas; pero que con la pandemia, explicó, "tuvimos que maximizar ese trabajo en red y funcionó y hoy lo vemos con un cóndor que estaba a punto de morir y que hoy está libre".

"Lo que hicimos fue recuperar un gran aviador", dijo, al explicar que "el cóndor vuela a la altura de los aviones y puede estar en ayunas durante 7 días". "Vuelan tan alto como un avión; es un planeador que en un día puede volar hasta 300 kilómetros con registros de más de 120 kilómetros por hora de velocidad", indicó.

"Los cóndores pueden estar en ayuno 7 días y cargar en su buche hasta cuatro kilogramos de carne, porque no gastan energía en el vuelo", agregó y aclaró que "planea, no aletea, y como come animales muertos, no tiene la misma riqueza que un animal vivo; además no sabe cuándo va a encontrar un animal muerto para alimentarse".

Astora señaló que "el cóndor es una misma especie desde Venezuela hasta Tierra del Fuego y tenemos registro de un cóndor liberado en Jujuy que vuela a Bolivia, Chile, la Argentina pasando fronteras de provincias y de países". La especialista destacó que desde la Fundación entregaron a todas las provincias mochilas ENCET (Estrategia Nacional contra el uso de cebos tóxicos) para asistir a cóndores cuando caen como el caso de Neuquén.

"El técnico lo recogió utilizando elementos de seguridad y protocolos establecidos para la utilización de cebos tóxicos que pone en riesgo su vida pero también la de su familia si no se actúa adecuadamente".