Buscan asegurar la protección y el resguardo del patrimonio provincial. Ya detectaron una docena de sitios arqueológicos.

En la zona hay afloramientos de la formación Vaca Muerta y Bajada Colorada que -en otros sectores- dieron lugar al hallazgo de reptiles marinos y dinosaurios.

La dirección provincial de Patrimonio Cultural está desarrollando estudios arqueológicos y paleontológicos en la zona suroeste de la provincia, desde septiembre de 2020, en el marco del proyecto de Electrificación Rural PROSAP IV, que tiene como finalidad dotar de suministro eléctrico a estancias y parajes en los departamentos Lácar, Huiliches, Collón Curá y Catan Lil. La intervención de esa dependencia del Ministerio de las Culturas, en el estudio arqueológico y paleontológico, está orientada a evaluar los riesgos de impacto de la obra sobre el patrimonio cultural y generar medidas para asegurar su protección y resguardo.

“El trabajo involucra varias etapas previas al comienzo de la obra. Primero, se procede a estudiar la zona a través de cartas topográficas e imágenes satelitales.

Sobre esa base, diseñamos la prospección en el terreno -que se realiza mayormente a pie- y cuando localizamos un sitio arqueológico hacemos un registro exhaustivo que incluye la caracterización de los materiales presentes. En función de esto, disponemos medidas para su protección”, explicó el director de Arqueología, Juan Maryañski.

El proyecto de electrificación rural totaliza unos 293km de tendido eléctrico, que benificiará a 7.000 usuarios incluyendo comunidades mapuche, escuelas, establecimientos agropecuarios y puestos sanitarios.

En ese sentido, Maryañski señaló que “aunque el área donde se está desarrollando la obra es muy amplia, la información arqueológica previa era escasa” y reveló que “hasta el momento pudimos detectar una docena de sitios arqueológicos que no estaban documentados”.

La mayoría de esos sitios corresponderían a asentamientos “de entre 1500 y 600 años de antigüedad, asociados a fuentes de agua permanente, aunque también localizamos sitios tipo ´cantera´ donde se aprovisionaban de rocas para la fabricación de herramientas, y lugares posiblemente utilizados para la caza de animales”.

En cuanto a la prospección para detectar material fósil que pueda ser afectado por la obra, el director de Paleontología, Mateo Gutiérrez, explicó que “se realizó un estudio previo de gabinete que incluyó la búsqueda de antecedentes de hallazgos en el área y la determinación de unidades geológicas aflorantes a través de imágenes satelitales, superponiendo la traza de la obra con los mapas geológicos elaborados por el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR)”.

“Se establecieron así cuáles eran las áreas que presentaban mayor potencial paleontológico y en qué grado se podían afectar materiales con valor patrimonial. Si bien son acotados los sectores portadores de fósiles, se detectaron troncos petrificados, paleosuelos y niveles con fósiles de invertebrados marinos”, detalló.

“En la zona existen afloramientos de la formación Vaca Muerta y Bajada Colorada, que en otros sectores han dado lugar al hallazgo de reptiles marinos y dinosaurios, respectivamente”.

El trabajo se desarrolla en articulación con el EPEN y se enmarca en los lineamientos de la Ley provincial 2.184, que promueve la protección, investigación y puesta en valor del patrimonio cultural neuquino.

Además de garantizar la protección del patrimonio, estas tareas permiten ampliar el conocimiento sobre la arqueología y la paleontología de esta parte de la provincia.

La información que surge de las prospecciones y muestreos es un punto de partida para entender el poblamiento antiguo de la zona, el modo de vida de aquellos grupos, sus relaciones con otras regiones cercanas y el posible hallazgo de fósiles.